Señor, comienza otro día, y antes de cualquier paso, te entrego todo: los planes, los miedos, los sueños y los silencios. Que cada decisión sea guiada por Ti, y que tenga la sabiduría para entender Tu tiempo en todo. Incluso en las incertidumbres, que mi corazón sepa cómo descansar en Tu voluntad, confiando en que todo lo que viene de Ti es perfecto. Que el día sea ligero, lleno de paz, esperanza y bendiciones.
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia comprensión; en todos tus caminos sométete a él, y él enderezará tus sendas.
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