Querido Padre Celestial,

Me presento ante Ti con un corazón lleno de confianza, reconociendo que no siempre entiendo Tu plan. Puedo enfrentar incertidumbres y desafíos, pero entrego mis dudas y miedos en Tus manos amorosas. Elijo confiar en Tu juicio y en el camino que has trazado ante mí.

Guíame, Señor, en cada decisión que tome. Ayúdame a no apoyarme en mi propio entendimiento, sino a reconocerte en todos mis caminos, sabiendo que harás rectas mis sendas. Llena mi corazón de paz mientras entrego mi vida a Ti, confiando en que estás obrando todas las cosas para mi bien.

Gracias por Tu fidelidad y por la promesa de que siempre estás conmigo. Ayúdame a abrazar cada momento con fe, entendiendo que me estás guiando hacia el crecimiento espiritual y una mayor cercanía contigo.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 🙏