Gracia y Paz Bendiciones 📖🙏🙌🫶
Escritura Bíblica Salmo 37:1 (RVR)

“No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.”

Revelación:
El Salmo 37:1 es un recordatorio de Dios para proteger tu corazón de la agitación, la comparación y la intimidación.
El enemigo usará personas, situaciones y oposición para sacarte de tu posición. David nos está enseñando:

1. No Dejes Que El Mal Interrumpa Tu Paz

Inquietarse significa arder, calentarse o agitarse emocionalmente.
Dios está diciendo: No dejes que lo que hacen las personas sacuda tu espíritu.
Tu paz es un arma. Tu calma es una guerra espiritual.

2. No Compitas Tu Camino

Cuando envidias lo que tienen los malvados, deshonras lo que Dios está construyendo en ti.
Algunas personas se elevan rápidamente porque no están arraigadas en la justicia,
pero lo que crece rápido también muere rápido.
Las bendiciones de Dios pueden tardar más porque Él está construyendo longevidad, pureza y estabilidad.

3. Dios Juzga Motivos y Movimientos

Los obreros de iniquidad pueden parecer exitosos, pero su fundamento es defectuoso.
Dios te está diciendo:
“No envidies su elevación, tu elevación es eterna.”

4. Los Malvados No Pueden Bloquear Lo Que Dios Ha Designado

Sus esquemas, su envidia, sus susurros, sus intentos de distraerte
ninguno de ellos puede anular la soberanía de Dios.

El Salmo 37 es la seguridad de Dios de que los justos están protegidos, provistos y preservados.

Oración:
Padre en el nombre de Jesús,
vengo ante ti hoy agradeciéndote por tu palabra que trae paz, claridad y dirección.
Señor, ayúdame a no inquietarme por los malhechores. Guarda mi corazón de la agitación, la irritación y el caos emocional.
Que ninguna táctica, ningún susurro, ningún complot, ninguna envidia y ninguna manipulación perturben la paz que has puesto dentro de mí.

Silencia toda voz de comparación. Elimina toda semilla de envidia.
Enséñame a confiar en tu tiempo, tu plan y tu proceso para mi vida.

Padre, expón y desmantela toda asignación de maldad enviada para distraerme, retrasarme o desanimarme.
Vísteme con tu confianza, para que pueda caminar con valentía sabiendo que ninguna arma forjada prosperará.

Ayúdame a mantener mis ojos en ti y no en aquellos que hacen el mal.
Recuérdame que el éxito de los malvados es temporal, pero la herencia de los justos es eterna.

Hoy declaro:
Mi paz está protegida.
Mi mente está anclada.
Mi corazón está guardado.
Mi espíritu está imperturbable.
Mi camino está bendecido.

Señor, te agradezco por elevarme por encima de toda distracción y poner mis pies en tierra firme.
Fortaléceme para confiar más, preocuparme menos y mantenerme firme en tus promesas. En el nombre perfecto de Jesús, oro, Amén.