El año pasado le sucedieron muchas cosas a mi familia y a mí. Fue un año muy difícil. Cuando salieron los resultados, estaba muy ansioso y no tenía idea de lo que iba a pasar. Durante el período de exámenes, fue cuando arrestaron a mi papá y estábamos esperando el veredicto final sobre si lo liberarían bajo fianza o no. Salieron los resultados, no pude verificar como todos los demás porque tenía un saldo pendiente. Esto me preocupó mucho, pensé que no iba a poder escribir un examen suplementario si tenía alguno. Los exámenes suplementarios estaban programados para la semana siguiente y todavía no sabía dónde estaba parado. No parecía que mi papá pudiera pagar y poco a poco me estaba rindiendo. Pero Dios no se rindió conmigo, pospuso la fecha del examen suplementario dos semanas más tarde. Hubo un brote de cólera y todo se pospuso. Sabía que no era algo bueno, pero agradezco a Dios que le dio tiempo a mis padres para buscar dinero. Mis padres pagaron una semana antes de los resultados suplementarios, revisé y mis resultados no estaban. Así que fui al decano de mi escuela y solo pude ver un curso donde mi CA estaba por debajo del promedio, pero lo aprobé con una C. Así que tenía esperanza, más tarde ese día pude ver los cursos restantes de Ridgeway y aprobé todo, no estaba escribiendo un examen suplementario de Ridgeway. Solo quedaba un curso, que es matemáticas, mis resultados no estaban. Tuve que ir al campus principal y escribir una carta. Unos días antes de los exámenes suplementarios de matemáticas, había visto matemáticas. Y estaba escribiendo un examen suplementario. Así que fui a los exámenes sin mucha práctica y fue realmente difícil. Estaba perdiendo la esperanza e incluso me quedé dormido. Comenzó el período escolar y hasta me eligieron como orientador. Decidí que debía postularme para las elecciones en el puesto de coordinador de proyectos, pero no todos estaban de acuerdo con eso y algunas personas realmente querían que cambiara. Pero asumí la tarea. No conocía a muchas personas en mi escuela, fue difícil y estaba muy nervioso. Pero aún así seguí adelante con ello. Llegó el día de las votaciones y perdí ante mi compañero de clase, porque de 140 solo 8 votaron por mí, el resto eligió votar por el otro chico. No querían verme ganar. Se burlaron de mi estrategia de campaña y se rieron de mi derrota. Mi representante de clase incluso me dijo que estaba repitiendo porque no había visto mi examen de matemáticas, mi portal decía no publicado. Así que literalmente me mataron y apuñalaron por la espalda mis compañeros de clase y se burlaron. Al igual que Jesús, me rieron y ridiculizaron. No entendía por qué sucedió todo esto. Así que elegí ir a las conferencias de Pascua. Luego recibí una palabra de esperanza del pastor Kalende Chama. Enterrarme, pedirle a Dios que me resucite. Sentí como si el mensaje fuera directamente para mí. Dijo que en el LUGAR DE ENTIERRO surge la GRANDEZA. Así que hice exactamente eso, fui a ver a mis decanos el martes para que mis resultados se reflejaran y ahí vino mi milagro. No vi mi número de computadora en la lista de resultados suplementarios, pero APROBÉ y ahora estoy OFICIALMENTE en tercer año. Mi propia gente se burló de mí y se rió de mí. No querían verme ser victorioso. Pero Dios no se rindió conmigo. Me eligió y me mostró que esto es solo el comienzo de cosas más grandes por venir. Cuando todo está perdido, siempre vuelve a Dios, incluso si parece imposible. Me habría rendido por completo, pero elegí dejar que Dios me guiara. Gracias, Señor. Salmos 55:1 Escucha mis oraciones, oh Señor, no ignores mi súplica. AMÉN