Todos sabemos que muchas personas malvadas prosperan; sin embargo, prosperan en cosas mundanas como la riqueza, la popularidad y el éxito. Por otro lado, nosotros, como hijos de Dios, no deberíamos desear prosperar en búsquedas mundanas. En cambio, deberíamos centrarnos en prosperar espiritualmente, profundizando nuestra relación con nuestro Creador a través de la oración, el estudio de Su Palabra y el amor mutuo. La verdadera realización proviene de conocerlo a Él y vivir de acuerdo con Su voluntad.
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido destruyen, y donde los ladrones no se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment