Buenos días a todos. Solo quiero agradecer a nuestro Padre por bendecir a mi familia y a mí con otro día añadido a nuestras vidas. Gracias Padre por mantenerme cerca de Ti mientras estoy ocupado sanando de esta infección de sarampión. Gracias Padre por ayudarme a sentirme mejor cada día. Gracias por mantener a mis dos hijos seguros en la escuela y por darles orientación y sabiduría mientras pasan su día. Te amamos Señor.
Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.
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