Abba,
Quiero decir primero gracias por tu amor eterno. Gracias por la gracia que das día a día. Gracias por cada día que puedo despertar con el sol en mi cara al despertar de otra noche de descanso en mi cama en mi habitación de mi lugar. Qué bendición son las pequeñas cosas porque aunque puedan parecer pequeñas para mí, son cosas grandes para otros y resultado de las oraciones que te he hecho incluso cuando fui infiel. Quiero agradecerte por tu paciencia. Tu disposición. Tu desinterés. Sé que debe ser doloroso ver a tantos de tus hijos no elegirte. Tener hijos que buscan usarte. Tener hijos que no te buscan en absoluto. Ver a tus hijos heridos. Culparte como si no hubiera enemigo. Rezo para poder cambiar mis caminos, para poder verte por quien eres. Para no ser uno de esos hijos que solo quieren lo que puedes darles y solo te aman cuando las cosas van bien. Sé que no he sido el mejor hijo. No he sido el mejor seguidor tuyo. Señor, quiero conocerte mejor, quiero amarte incluso cuando las cosas no van bien para mí. Quiero amarte más allá del pensamiento de que tienes un plan para mí y amarte por el hecho de que todavía estoy aquí para pasar por estas pruebas. Eres un gran Dios, realmente no hay nadie como tú. Sé que nunca podría ser digno, pero solo desearía poder serlo. Quiero sentir la magnitud de tu sacrificio, de tu amor para realmente abrazar el hecho de que haces las cosas que haces. Que hiciste lo que hiciste sabiendo que algunos de nosotros no te elegiríamos. Rezo para sentir que soy tu hijo. Que seré uno de los hijos que has llamado. Que viviré la promesa de la vida eterna cuando regreses porque creo que eres real. Creo que volverás. Rezo para tener una relación genuina contigo, entendiendo que soy yo quien necesita ser más auténtico en mi amor y deseo por ti. Buscarte más fuerte de lo que podría buscar a cualquier otro hombre. Amarte más de lo que podría amar a mi familia. Te agradezco porque incluso al decir estas palabras, es un testimonio de que siempre estás presente, de que siempre estás respondiendo nuestras oraciones. Rezo para poder verte como mi amigo mientras te doy el respeto que mereces. Nunca podría ser digno, pero rezo por la intención de acercarme a ti. Para entender que para ser la mejor versión de mí mismo necesito incluirte en ello porque solo tú puedes hacerme esa persona. En el nombre de Jesús, rezo, Amén.
¡Cuán preciosos me son tus pensamientos, Dios! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si los contara, superarían en número a los granos de arena; cuando despierto, todavía estoy contigo.
Comentarios (1)
Join the conversation
Sign In to Comment