Padre Celestial, gracias por bendecirme más de lo que jamás podría imaginar. Estoy agradecido no solo por guiarme a aprobar un examen, sino también por ayudarme a obtener la puntuación más alta entre mis compañeros. ¡Que continúes bendiciéndome y siempre me recuerdes ser agradecido y estar contento con lo que tengo. En el Nombre de Jesús, Amén.
Todo buen regalo y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces celestiales, que no cambia como las sombras que se desplazan.
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