Gracias, Señor, por cada día que puedo pasar con mi familia. ¡Son el mayor regalo que me podrías dar!❤️ Alabo tu bondad porque estoy sanando lentamente y caminando mi camino con tu mano. Este camino es a menudo rocoso, a menudo tropiezo y amenazo con perder el equilibrio y dudar. Me gustaría volver atrás y hacer todas las cosas que no son buenas para mí. Por un poco de felicidad terrenal... Pero lentamente entiendo que nunca me dejarás ir si te llevo en mi corazón. Siempre me ayudas a levantarme de nuevo porque me amas... Gracias por eso, Padre celestial...
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha justa.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment