Padre celestial, gracias por ser mi salvador y redentor. Cuando me sentí sin esperanza y pensé que nunca vería la luz al otro lado de la oscuridad, tu gracia, amor y misericordia me guiaron a lo largo de este viaje, y estoy orgulloso de decir que gracias a ti puedo celebrar 3 años de sobriedad. Señor, te amo y te agradezco... cuando no puedo encontrar las palabras para hablar, escucha mi corazón.
El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu.
Comentarios (1)
Join the conversation
Sign In to Comment