Estaba en la lluvia camino al gimnasio y Dios dijo que este es uno que reza y la lluvia son Las Bendiciones. Y a medida que la persona rezaba más fervientemente, la lluvia se hacía más fuerte y más y más, y llovía tanto que nublaba Su visión. Así que corrió a buscar refugio porque ni siquiera podía ver cuánto era. Ahora, ¿qué pensarías de ese Hombre si ni siquiera dijera un Gracias?
Alégrense siempre, oren sin cesar, den gracias en todas las circunstancias; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
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