Quiero agradecer a Dios y a ustedes por sus oraciones, gracias Jesús por tu sacrificio y a Dios por enviar a tu hijo y resucitarlo de entre los muertos porque Jesús tenía fe en que el Espíritu Santo lo resucitaría y así fue, eso significa que debemos saber que fue por Dios el Espíritu Santo que lo resucitó, pero él tiene el poder de hacerlo por sí mismo.
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment