Quiero compartir un testimonio con todos ustedes. Cuando tenía entre 3 y 6 años (en algún punto entre esas edades), fui introducido por primera vez a cosas inapropiadas. Desde los 7 hasta los 10 años, no creo que realmente viera esas cosas inapropiadas. Pero desde los 11 hasta los 13 años, esas cosas comenzaron a volverse más serias. Veía más cosas inapropiadas, a veces incluso varias veces al día. Probablemente sabía que estaba mal a medida que crecía, pero aún así lo hacía. Le pedía a Dios perdón antes de verlas y después.
Cuando tenía 14 años, decidí no ver esas cosas inapropiadas, y fui liberado, pero solo por unos 5 meses. Tuve un pensamiento en clase de verlas de nuevo. Y cuando estaba en casa, las veía de nuevo. Así que el ciclo comenzó de nuevo, y más serio que antes. A veces no veía esas cosas por algunas semanas, luego caía de nuevo. Entonces, un día durante las vacaciones de verano, tuve un encuentro con el Espíritu Santo, y decidí comprometerme con Jesús desde entonces. Pero aún luchaba con esas cosas inapropiadas. Se puso aún peor. Le decía a Dios cuando caía y le pedía que me perdonara. Así continuó durante algunos meses.
Luego, un día, le dije a Dios en oración que me quitara estas cosas inapropiadas que veía. Con el tiempo, noté que la tentación comenzó a ser más fácil de superar. Pero un día, fui tentado de nuevo a ver esas cosas. Estaba pensando en hacerlo, pero luego vino un pensamiento a mi cabeza que me decía: "¿Quieres ser esclavo de eso de nuevo?". Esto sucedió algunas veces, creo. Pero no fue hasta meses después que me di cuenta de que hay un versículo en la Biblia que dice: "¿No se dan cuenta de que se convierten en esclavos de lo que eligen obedecer?" (Eso es solo la mitad del versículo). El versículo es Romanos 6:16 en la versión NTV. Creo que fue el Espíritu Santo quien me dijo ese versículo, pero con diferentes palabras. Así que, con el tiempo, la tentación se sintió muerta y ya no tenía más deseos de ver esas cosas inapropiadas. La última vez que vi esas cosas inapropiadas fue en septiembre de 2024 y ahora es septiembre de 2025, lo que significa que llevo un año libre por el poder del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Así que recuerden, hermanos y hermanas, que pueden llevar cualquier cosa a Dios con fe y pueden estar completamente seguros de que Él los escucha porque tener fe es la manera en que le permiten obrar en sus vidas.