Hoy mi madre me dijo, si tienes dinero, ve a comprar pan. Luego comenzó a llorar. Le pregunté por qué lloraba, y ella dijo, tu padre no tiene dinero, le da vergüenza decírtelo. Yo también estoy avergonzada, dijo. Y en ese momento, yo también me sentí avergonzado, porque también tenía muy poco dinero... Experimenté uno de esos momentos en los que me sentí impotente.
Y mi Dios suplirá todas sus necesidades conforme a las riquezas de su gloria en Cristo Jesús.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment