Realmente he estado luchando con mis adicciones y nunca me he sentido más alejado de Dios que nunca en mi vida. También me cuestiono a mí mismo y mi fe. De vez en cuando me viene un pensamiento a la cabeza que dice: "¿y si tu Dios no existe?" o "nunca serás lo suficientemente bueno" e incluso "dejaste a Dios, ¿por qué querría él que volvieras?" Odio tener estos pensamientos, pero siempre aparecen al azar cuando estoy pensando. Siento que nunca puedo hacer lo suficiente para enorgullecer a Dios.
Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni ningún poder, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa en toda la creación, podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.
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