Amigos y socios del ministerio,

Aunque estoy enfermo y actualmente fuera del país, la obra de Dios continúa. Por Su gracia, todavía predico en Monrovia cuando me siento un poco más fuerte, y coordino a los pastores y líderes allí lo mejor que puedo. El ministerio sigue adelante: los servicios continúan, las actividades de alcance siguen, se están formando discípulos y el proyecto de reubicación de la iglesia avanza con el moldeado de bloques. La escuela para huérfanos también está prosperando, brindando esperanza y educación a muchos niños.

El enemigo está luchando, pero a través de Cristo Jesús, me mantengo firme y lucho de vuelta. A pesar de mi ausencia, continúo escribiendo lecciones de Escuela Dominical, que se envían a nuestros maestros para asegurar que nuestros miembros crezcan en la Palabra. Los programas de estudio bíblico siguen en marcha, y aunque es un desafío supervisar todo desde la distancia, Dios me está dando gracia. Mi esposa ha sido un gran apoyo para asegurar que el ministerio siga activo.

Sin embargo, mis problemas de salud siguen siendo una carga pesada. El sistema de salud de Liberia es débil, y en toda África, el acceso a atención médica de calidad es limitado. Sierra Leona ofrece un tratamiento ligeramente mejor, pero a menudo me pregunto qué tan rápido vendría mi curación si tuviera acceso a instalaciones médicas avanzadas en otros lugares. Sin embargo, estoy agradecido a Dios por mantenerme vivo y por la amabilidad de amigos y hermanos de todo el mundo que me han apoyado para recibir atención médica aquí en Freetown.

Desde agosto de 2022, he luchado con graves dificultades respiratorias debido a una obstrucción nasal persistente y acumulación de mucosidad. Durante mucho tiempo, los médicos me trataron por asma, OPD, bronquitis o neumonía, pero esos tratamientos no trajeron alivio. Recientemente, otros médicos me diagnosticaron sinusitis, y solo hace unas semanas comencé a ver alguna mejora, aunque mis fosas nasales siguen bloqueadas.

Además de eso, me diagnosticaron cálculos renales. Por la misericordia de Dios y a través de sus oraciones, se han eliminado ocho cálculos sin cirugía, pero todavía estoy experimentando dolor. Hoy, regreso al hospital para otra ecografía para verificar si quedan más cálculos. Por favor, continúen orando por una curación completa para que pueda regresar a casa y dedicarme completamente a la obra de Dios.

Humildemente pido sus oraciones y apoyo durante este tiempo difícil. Su intercesión y aliento me dan fuerza. Creo que Dios aún no ha terminado conmigo, y con su ayuda, superaré estos desafíos y continuaré construyendo Su Reino.

Gracias, y que Dios los bendiga abundantemente.