Mi vida es abrumadora en este momento, llena de desafíos con respecto a mi relación y mi fe en Cristo mientras navego por un estilo de vida LGBTQ. Estoy enfrentando dinámicas tóxicas en la relación, y aunque él dice que está buscando a Dios, no puedo sacudirme la sensación de que me está llevando a la destrucción. No lo culpo por todo, pero estoy hecho un lío y necesito desesperadamente que Jesús me salve porque estoy profundamente infeliz. La idea de estar solo y caminar verdaderamente en la fe es tanto atractiva como aterradora. Quiero resistir las tentaciones mundanas porque pensé que abrazar el mundo traería felicidad, pero siempre hay un vacío que solo Cristo puede llenar. Mi fe está disminuyendo, y siento que el enemigo está ganando terreno. Digo que quiero a Jesús, pero lucho por seguirlo verdaderamente. Necesito ayuda y me siento perdido, sin nadie que ore por mí o comparta mis creencias.