Tengo 12 años y estoy tibio. Es difícil admitirlo, pero quiero cambiar, aunque mi corazón se ha endurecido. Por favor, oren por mí, y por favor, por favor, denme ideas sobre qué puedo hacer para salir de este bache.
Conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras uno u otro! Así que, porque eres tibio, ni caliente ni frío, estoy a punto de escupirte de mi boca.
Comentarios (7)
Join the conversation
Sign In to Comment