Mi carne me hace pecar una y otra vez a pesar de mi odio por ella. Por favor, oren por mí para tener un mejor autocontrol. Sé que Dios no abandona a sus hijos, incluso cuando pecan, pero mi mente está paranoica con pensamientos de que su ira por mi fracaso es mayor que su amor. Por favor, oren para que mi ansiedad desaparezca y sienta la paz y el amor que él me da libremente cuando me arrepiento.
¡Qué hombre tan miserable soy! ¿Quién me librará de este cuerpo que está sujeto a la muerte? ¡Gracias a Dios, que me libera por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así que, yo mismo en mi mente soy esclavo de la ley de Dios, pero en mi naturaleza pecaminosa soy esclavo de la ley del pecado.
Comentarios (2)
Join the conversation
Sign In to Comment