Mi relación con Jesús ha sido tan increíblemente mala que no me queda nada más que el miedo al infierno. Conozco todos los versículos, pero nada ayuda. No pongo el esfuerzo, estoy irremediablemente adicto a la pornografía. No tengo esperanza, ni alegría. Todo lo que queda es el miedo al día del juicio. Cada sonido fuerte que ocurre me hace saltar físicamente y entrar en pánico.
Desearía poder retroceder y evitar haber nacido para que no hubiera cielo ni infierno para mí. Debo ser el único cristiano, si es que se me puede llamar así, que espera que el cristianismo no sea cierto.
Solía ser feliz, optimista y amoroso, ahora no tengo nada más que ira, odio, amargura, miedo, miseria. Todo es pecaminoso y malvado. Todo lo odio, pero hay una parte de mí que solo quiere seguir diciendo que lo ama.
El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido.
Comentarios (3)
Join the conversation
Sign In to Comment