Estoy tan tibio, tan indiferente y soy demasiado perezoso para cambiar. No sé qué hacer. Me gusta mi vida cómoda y pecaminosa.
Conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras uno u otro! Así que, porque eres tibio, ni caliente ni frío, estoy a punto de escupirte de mi boca.
Comentarios (2)
Join the conversation
Sign In to Comment