Muchos en Sudán y Palestina enfrentan hambre, miedo y pérdida todos los días. Las familias están siendo desplazadas, los niños lloran por seguridad y las vidas están siendo destrozadas por la guerra. Sin embargo, incluso en esta oscuridad, el amor de Dios no los ha abandonado. Seamos agradecidos por lo que tenemos y mantengámoslos cerca en oración pidiendo a Dios que les traiga paz, protección y esperanza. Apoyémoslos y ayudémoslos 🙏
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu.
Comentarios (1)
Join the conversation
Sign In to Comment