Querido Señor, necesitamos resolver nuestros problemas con palabras y cuidado, no con violencia o armas. Recuérdanos de tu humanidad y espíritu hoy. Amén.
No dejen que salga de su boca ninguna conversación malsana, sino solo lo que sea útil para edificar a los demás según sus necesidades, para que beneficie a los que escuchan.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment