Por favor, ¿puedes orar por mis pensamientos y acciones lujuriosas? Sé que no puedo luchar esta batalla solo, pero con la ayuda y la fuerza de Dios, puedo. Gracias.
Ninguna tentación os ha sobrevenido que no sea común a los hombres. Y Dios es fiel; no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis soportar. Pero cuando seáis tentados, también proveerá una salida para que podáis soportarla.
Comentarios (2)
Join the conversation
Sign In to Comment