Sigo soñando con serpientes que me asustan. Siguen apareciendo en mis sueños, huyo de ellas, me persiguen, me las encuentro por todas partes, atacan. Anoche antes de acostarme me derrumbé y lloré mucho mientras rezaba, de hecho ni siquiera pude rezar, no tenía pensamientos coherentes, no podía hablar y sentía una pesadez y un pinchazo en el pecho. Dolía demasiado. Estaba llorando de rodillas y con la cara hacia abajo frente a los iconos. Cuando me calmé un poco, le pedí a Dios que me diera una señal, cualquier señal, de que me había escuchado, de que las cosas estaban mejorando, de que algo iba a cambiar en mi vida... y volví a soñar con serpientes. Después de la oración me sentí extraño, agitado, un poco asustado, como si me sintiera seguido o que algo/alguien iba a salir de algún lugar. Mi sueño fue muy inquieto, no he dormido bien durante unos meses.
Los justos claman, y el Señor los escucha; los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido.
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