Recuerda esto: no reces para que Dios mate a tus enemigos humanos, sino más bien reza por el amor de Dios hacia ellos y recuerda no maldecirlos, sino decir cosas positivas en tus oraciones por ellos, y recibirás tu recompensa de nuestro Señor Jesucristo y su Padre en el cielo. Amén.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment