¡Necesito dejar de ofenderme por las cosas, dejar de ser inseguro y estar alegre en todas las circunstancias! ¡Necesito ser amable y bendecir con amor, incluso cuando estoy molesto o enojado!
Alégrense siempre en el Señor. Lo diré de nuevo: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente para todos. El Señor está cerca. No se angustien por nada, más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
Comentarios (2)
Join the conversation
Sign In to Comment