Estoy llorando porque mi prometido me dio su palabra de que, después de ayudarlo a terminar su pago con el gobierno mexicano, vendría a casa para estar conmigo. Se fue sin dejar forma de contactarlo ni de saber qué está pasando.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los que están abatidos de espíritu.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment