Dios Todopoderoso—Padre, Hijo y Espíritu Santo—muestras tu poder sanador cada día en este mundo a través de medios naturales y sobrenaturales. Padre Celestial, enviaste a tu hijo Jesús, el Gran Médico, y él sanó a muchos durante su ministerio. Levanto a todos los niños que sufren hoy de malformaciones anorrectales congénitas, en particular el ano imperforado. ¡Por favor, Señor, sánalos! Dales acceso a la atención médica que necesitan para comenzar sus vidas con buena salud. Bendice a sus médicos y enfermeras con conocimiento y habilidad para cuidarlos. Bendice y consuela a sus padres y familias extendidas, que están paralizados de miedo ante la mención de "defecto de nacimiento". Amén
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