Me he derrumbado. Mis oraciones se sienten vacías. Mi cuerpo no está funcionando y los médicos no pueden averiguar qué está mal con mi corazón y mi presión arterial. Posiblemente sea una disfunción autonómica. Tengo problemas para trabajar y estamos al borde financieramente. Solo reza por mí. No tengo nada más. Mi esposa y yo estamos perdidos.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu.
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