Querido Dios, ponemos nuestras preocupaciones en tus manos. Ponemos a nuestros enfermos bajo tu cuidado y humildemente te pedimos que restaures a tu siervo a la salud nuevamente.
¿Hay alguien entre ustedes enfermo? Que llamen a los ancianos de la iglesia para que oren por ellos y los unjan con aceite en el nombre del Señor. Y la oración hecha con fe sanará al enfermo; el Señor los levantará.
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