Ayuda urgente, por favor..
Escribo este mensaje con el corazón pesado pero también con fe, confiando en que Dios puede usar a cualquiera para ser una bendición en mi vida. Para aquellos de ustedes que han estado siguiendo mi viaje, saben que he estado enfermo durante tres años. Mi situación ha empeorado y ahora estoy en un punto crítico donde necesito desesperadamente ayuda.
Dejé mi hogar en Monrovia para venir a Freetown, con la esperanza de encontrar mejor atención médica. He estado aquí durante cinco meses, moviéndome de un hospital a otro, pero mi condición no ha mejorado. Inicialmente, me dijeron que mi dificultad para respirar era causada por alergias. Más tarde, me diagnosticaron sinusitis. Después de gastar mucho dinero en tratamientos, nada ha cambiado. Recientemente, también me dijeron que tengo cálculos renales en ambos riñones y uno en mi vesícula biliar. Los medicamentos recetados no han sido efectivos y mis riñones ahora están bajo presión. Los médicos me han aconsejado que me someta urgentemente a una cirugía, pero el sistema de salud local no puede proporcionar la atención que necesito.
La verdad es que los sistemas de salud en Liberia y Sierra Leona están subfinanciados y mal equipados. Hay pocos médicos calificados y, a menudo, incluso los medicamentos básicos no brindan alivio. Confiar en un médico para realizar una cirugía crítica como la extracción de cálculos renales aquí es una decisión desalentadora y arriesgada.
A la luz de esto, estoy suplicando su ayuda. Necesito viajar fuera de este país para recibir el tratamiento adecuado, pero carezco de los medios financieros para hacerlo. Mi situación está deteriorándose: mis fosas nasales permanecen bloqueadas, lo que dificulta la respiración, mis dolores de estómago son severos y estoy luchando para orinar. Temo lo que pueda suceder en los próximos días si nada cambia.
Por favor, mis hermanos y hermanas, humildemente les pido su intervención. Cualquier ayuda que puedan brindar—oraciones, apoyo financiero o conexiones con recursos—podría salvar mi vida. Estoy aferrándome a la esperanza y confiando en que Dios tocará sus corazones para ayudarme en este momento de necesidad.
Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido.
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