Querido Padre Celestial,
Me presento ante Ti con un corazón pesado, buscando Tu guía y sanación. Reconozco mis luchas con la lujuria y los momentos en que he fallado en alcanzar Tu gloria. Por favor, perdóname por mis pecados y ayúdame a alejarme de la tentación. Fortalece mi determinación de buscarte primero en todas las cosas y de encontrar mi consuelo y plenitud en Tu amor.
Señor, pido Tu toque sanador sobre mis traumas pasados y el dolor que llevo. Ayúdame a procesar mis sentimientos de una manera saludable y a buscar apoyo cuando sea necesario. Rodéame con Tu paz y recuérdame Tu gracia, que es suficiente para mí.
Gracias por amarme incondicionalmente y por la promesa de restauración. Confío en Tu plan para mi vida y pido Tu fuerza para superar estos desafíos. En el nombre de Jesús, oro. Amén.
"Sin Ti, Señor, estoy muerto."
Ninguna tentación os ha sobrevenido que no sea común a la humanidad. Y Dios es fiel; no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis soportar, pero cuando seáis tentados, también proveerá una salida para que podáis soportarlo.
Comentarios (4)
Join the conversation
Sign In to Comment