Querido Dios Padre,
Me presento ante Ti como un hombre humilde, buscando Tu fuerza y sanación. Señor, pido Tu intervención divina en mi vida mientras lucho con mis adicciones restantes. Por favor, rompe las cadenas que me atan y por favor libérame, para que pueda vivir una vida que refleje Tu amor y gracia.
Llena mi corazón con la presencia de Jesucristo de Nazaret, guiándome a ser más como Él cada día. Ayúdame a alejarme de los pecados de Satanás y a abrazar la nueva vida que Tú ofreces. Confío en Tu promesa de que donde está el Señor, allí está el Espíritu: y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (2 Corintios 3:17 RVR).
Además, y egoístamente, pido alivio del dolor diario que soporto. Trae consuelo y sanación a mi cuerpo, y deja que Tu paz me inunde. Creo en Tu poder para transformar mi vida y para traer restauración a mi mente, corazón y cuerpo.
En el nombre de Jesús, oro.
Amén.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment