Por favor, oren por mí para que me cure de este tartamudeo con el que he luchado durante toda mi vida y para que se me dé el poder de tener un habla clara, segura y fluida. Estoy muy agradecido por todos los que oran por mí, ¡gracias a cada uno de ustedes!
Por lo tanto, confiesen sus pecados unos a otros y oren unos por otros para que sean sanados. La oración de una persona justa es poderosa y eficaz.
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