Querido Dios, vengo a ti hoy con un corazón pesado, pidiendo tu toque sanador sobre mi madre. Por favor, rodéala con tu amor y consuelo, otorgándole la fuerza para superar su enfermedad. Que sienta tu presencia y sepa que estás con ella en cada paso del camino. Guía las manos de sus cuidadores y concédele una pronta recuperación, restaurando su salud y vitalidad. En tu amoroso nombre, Amén.
Pero te devolveré la salud y sanaré tus heridas', declara el Señor, 'porque te llaman un paria, Sion por quien nadie se preocupa.'
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment