Querido Dios
Han pasado años de desempleo. Simplemente no puedo encontrar trabajo. Te he suplicado en innumerables ocasiones, pero el cielo permanece en silencio.
Necesitamos comer. ¿Qué camino debo tomar?
Y mi Dios suplirá todas sus necesidades conforme a las riquezas de su gloria en Cristo Jesús.
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