Necesito sentir la presencia de Dios, el poder sanador de Jesús.
Demasiados años de sufrimiento, mis hijas y yo.
La vida está compuesta de altibajos.
Pero una vida llena de bajones es demasiado para cualquier ser humano.
La fe se desvanece. Lucho por mantenerme fuerte y conservar la fe.
Pero estoy perdiendo esa batalla.
No puedo hacer esto solo.
El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido.
Comentarios (1)
Join the conversation
Sign In to Comment