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Señor,
No he sido el mejor hijo últimamente. He estado haciendo cosas que sé que no te agradan. Por favor, perdóname. Ayúdame a cambiar mi corazón. Estoy sentado aquí en una oficina de agencia esperando un trabajo. Por favor, ayúdame. Pero sobre todo, alinéame contigo. ¡En el nombre de Jesús! ¡Amén!
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo y nos perdonará nuestros pecados y nos purificará de toda injusticia.
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