Creo que mi propia familia me envidia. Casi como si fuera una especie de competencia. Mis hermanos, incluida mi propia madre. Y mi propio padre me traicionó. Me siento abusado, controlado y manipulado.
Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el SEÑOR me recibirá.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment