Padre Celestial,
Nos presentamos ante Ti con corazones llenos de fe, buscando Tu toque divino para sanar nuestros cuerpos, mentes y espíritus. Tú eres el Gran Médico, capaz de restaurarnos a una salud perfecta. Señor, te pedimos que pongas Tus manos sanadoras sobre nosotros, eliminando cualquier enfermedad, dolor o sufrimiento.
Concédenos paciencia y fortaleza mientras navegamos por estos tiempos desafiantes. Confiamos en Tu poder y entregamos nuestras cargas a Ti, sabiendo que estás con nosotros en cada paso del camino.
En el nombre de Jesús, oramos,
Amén
Pero te devolveré la salud y sanaré tus heridas', declara el SEÑOR, 'porque te llaman un marginado, Sion por quien nadie se preocupa.'
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