Oremos:

Padre Celestial, necesito que intervengas en esto.
No mañana.
No algún día.
AHORA.
No necesito otra cita motivacional.
No necesito otro "solo ten paciencia".
Necesito un movimiento de Dios que cambie toda la historia.
Tú ves lo que ellos no ven.
Tú sabes lo que no puedo explicar.
Tú escuchas los gritos silenciosos que he dejado de compartir.
Rompe donde he chocado con la pared.
Rompe cadenas que ni siquiera sabía que me estaban reteniendo.
Rompe maldiciones que no invité pero heredé.
Dios, me niego a aceptar esto como mi capítulo final.
Donde ha habido un retraso, libera aceleración.
Donde ha habido pérdida, libera restauración.
Donde ha habido confusión, libera claridad.
Declaro: Basta es basta.
Basta de ciclos.
Basta de sabotaje.
Basta de ver a otros levantarse mientras yo me encojo.
No estoy maldito.
No estoy olvidado.
No estoy abandonado.
Estoy marcado para el favor.
Estoy cubierto de misericordia.
Estoy respaldado por el cielo.
Que cada puerta que tienes para mí se abra de par en par.
Que cada persona que has asignado para mí me encuentre.
Que cada recurso que necesito me localice.
No dejaré esta temporada con las manos vacías.
No moriré en este desierto.
VERÉ LA BONDAD DE DIOS EN LA TIERRA DE LOS VIVIENTES.
En el nombre invicto de Jesús,
Amén.