Señor, te agradezco por liberarme de mi tentación y adicción. Por favor, ayúdame a mantenerme sobrio y a dejar los objetivos de mi lujuria intactos.
Ninguna tentación os ha sobrevenido que no sea común a los hombres. Dios es fiel, y no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la salida, para que podáis soportarla.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment