No soy una persona materialista, aunque extraño mis muñecas Bratz que tenía. Sería agradable tenerlas y jugar con ellas de nuevo. Sé que soy demasiado mayor para ellas, pero la niña que llevo dentro las extraña mucho. No es una prioridad mayor, pero estaría agradecida si Dios me bendijera con ellas.
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.
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