Por favor, concédenos, Señor, que podamos hablar de Ti en cualquier momento, en cualquier lugar y con cualquier persona. No importa lo que piense nadie, solo Tú. ¡Gracias por esto, Señor!
Porque no me avergüenzo del evangelio, ya que es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: primero para el judío, luego para el gentil.
Comentarios (1)
Join the conversation
Sign In to Comment