Por favor, oren para que mi amigo Zade regrese a la iglesia. No lo hemos visto en mucho tiempo en la iglesia y espero encontrarlo y que regrese. Espero que esté bien, por favor oren por él.
Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo abierto y va tras la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone alegremente sobre sus hombros y se va a casa. Luego llama a sus amigos y vecinos y les dice: ‘Alégrense conmigo; he encontrado mi oveja perdida.’
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