David escribió que cuando el Señor es nuestro Pastor, Él provee todo lo que necesitamos, y podemos "recostarnos en verdes pastos... junto a aguas tranquilas" (Salmo 23:1-2). Para recostarse, las ovejas deben estar libres de miedo, tensión, molestias y hambre. Al igual que los humanos, las ovejas pueden desarrollar rivalidades tontas entre ellas y molestarse mutuamente en un rebaño, pero cuando aparece el pastor, olvidan estas comparaciones tontas y dirigen su atención hacia él. De manera similar, podemos volvernos a Dios y encontrar satisfacción incluso en medio de las tensiones en nuestros trabajos, familias y comunidades.
El Señor es mi pastor; nada me faltará. En verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas tranquilas me conduce. Restaura mi alma. Me guía por sendas de justicia por amor de su nombre.
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