Querido Padre Celestial, me siento inútil. No tengo dinero, apenas puedo trabajar debido a la universidad, necesito un segundo trabajo, estoy reprobando 2 clases y ni siquiera puedo encontrar motivación para levantarme y limpiar. Estoy agradecido de tener el gimnasio en mi vida, es lo único que me mantiene unido, gracias Señor por lo que me has dado, te pido, Señor, una bendición, permíteme encontrar esperanza a través de Ti y ayúdame a prosperar. En el nombre de Jesús, oro, amén.
Y mi Dios suplirá todas sus necesidades conforme a las riquezas de su gloria en Cristo Jesús.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment