¿Cómo escucho al Señor? Voy a mi habitación, cierro los ojos, rezo para que el Señor me hable y despejo mi mente. Lo he hecho muchas veces, pero mis pensamientos simplemente me abruman, y nunca puedo saber si me ha dicho algo. Intento escuchar, pero no sé cómo hacerlo.
Después del terremoto vino un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego vino un susurro suave.
Comentarios (9)
Join the conversation
Sign In to Comment