Sé que esto suena extraño, pero perdí un crucifijo de mano en la naturaleza hace unos días y Dios dijo que lo dejara. Ahora hoy Él me dice que lo busque y que no me iré hasta que lo encuentre. El último lugar donde yo y Dios decimos que estaba es en las ortigas. Así que ahora estoy deambulando, cavando entre ellas tratando de encontrarlo, preguntándome si estaré aquí toda la noche. ¿Podrías ayudarme, por favor?
Si alguno de ustedes carece de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos liberalmente y sin reproche, y le será dada.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment